The Economist
Edición:
Otro desalojo urgente de gobierno
Fútbol y política en Argentina
por: Pedro A. Vergara y Daniel Álzate
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El presidente de Argentina, Cristina Fernández, y su esposo el precursor, Néstor Kirchner, han monopolizado los sistemas comunicativos argentinos, tanto aéreos como terrestres, pero no contentos con esto, quieren también monopolizar el fútbol, especialmente la transmisión de partidos por canales locales privados. Muchas de las estrellas argentinas, viajan a Europa, a buscar un mejor futuro y un mejor salario, deportivamente hablando, tanto así que el señor Grondona, presidente de la asociación de fútbol argentino, ha pensado prolongar el inicio de la temporada del fútbol argentino, dado a los problemas económicos, por los que está pasando el país, se tiene pensado el inicio de la temporada para el 14 de agosto.
El congreso y los diputados argentinos, están en total desacuerdo, en cuanto a la decisión de monopolizar la televisión argentina, especialmente los canales deportivos, por parte de la familia Kirchner Fernández, tanto así que al parecer el presidente de T y C sports, canal deportivo argentino, quiere demandar al señor Kirchner y su familia, por persuadir al Sr. Grondona, presidente de la asociación de fútbol argentino, de cambiar el contrato de derechos de trasmisión, en una reunión en la cual se manifiesta una demanda hacia la asociación del fútbol argentino.
Dado lo acontecido, esto no está bien, ya que al querer el gobierno argentino monopolizar los medios de comunicación, generan una desigualdad de derechos de apropiación de la información. Lo otro es que siendo el fútbol un deporte tan importante en el mundo, especialmente en Argentina, la familia Kirchner está buscando la forma de ganar votos, frente a la fanaticada del deporte. Esto no es bueno porque no es una competencia justa y leal, frente a sus opositores y la población argentina, la cual está pasando por una crisis económica muy fuerte, por lo tanto no es justo para los argentinos, que sus altos mandatarios estén jugando con sus derechos de libertad de expresión y pensamiento ideológico, además que ya no puedan ver un partido tranquilos en su casa sin que haya marketing político, en las secciones de entretenimiento deportivo.
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