La vida fuera del sistema se vuelve un poco más difícil

Ecuador, Argentina y el IMF, El precio de orgullo Septiembre 2009 10a Buenos Aires y Quito De la edición impresa de The Economist

Por: Pedro Vergara y Daniel Álzate

Cuando la economía mundial estaba en auge y los precios de los productos básicos de América del Sur eran altas, a la izquierda de varios gobiernos de derecha en la región liberarse de lo que denunció como la tutela opresiva del FMI, y se embarcó en un guión para un crecimiento impulsado por fuertes aumentos en el público gasto. En tiempos de estrecheces de hoy, esas políticas son más difíciles de financiar. En primer lugar para averiguarlo es Ecuador. Altos precios del petróleo permitieron Rafael Correa, su presidente socialista, que aumente el gasto en programas sociales y para ganar un segundo mandato en unas elecciones en abril. Sin embargo, la producción de petróleo y las remesas de los ecuatorianos en el extranjero están disminuyendo. A pesar de una mejor recaudación fiscal, el déficit presupuestario se dirige a alrededor de 1,5 mil millones dólares este año.

El Fondo Latinoamericano de Reservas ha proporcionado $ 480 millones. China ha ofrecido 1 mil millones dólares al 7,25% (tres veces la tasa exigida por el FMI) a cambio de envíos de petróleo futuro. Se trata de una "operación comercial" por Petroecuador, la compañía petrolera estatal, en lugar de un préstamo del gobierno, dice María Elsa Viteri, el ministro de Hacienda. Las autoridades esperan que por € 100 millones ($ 145m) de las exportaciones de Irán de Desarrollo (cuyos activos fueron congelados en los Estados Unidos el año pasado por su presunta financiación de los programas nucleares).

Con la caída de las reservas el Sr. Correa, trató de detener la fuga de capitales. Se ha obligado a los bancos a mantener al menos el 45% de sus depósitos en el país. Él quiere duplicar su capital-la tasa de exportación al 2%, y aumentar los impuestos de sociedades. Ya ha explotado el fondo de seguridad social. Pero el gobierno sólo puede ganar tiempo en el riesgo de agravar sus problemas. Ya el presidente ha tenido que pedir disculpas a la policía y el ejército de los retrasos en el pago de sus salarios, y la inversión pública ha sido cortada. Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal, una organización no gubernamental en Quito, considera que el gobierno se encontrará aún más difícil para financiar el déficit del próximo año, que las previsiones en el 2,5% del PIB.